Sin dudas la foto de la cumbre del G7 que terminó ayer en Canadá fue esta de la canciller Angela Merkel mirando a Donald Trump. Simboliza la tensión y las fisuras diplomáticas entre varios países con los Estados Unidos por el tema de los aranceles a las importaciones. La foto es un ejemplo de lenguaje corporal. Merkel en el centro, en posición desafiante y retadora, con las dos manos sobre la mesa e inclinada hacia adelante. Está rodeada de otros líderes como Macron, frente a un Trump asediado, sentado de brazos cruzados pero con la mirada también desafiante.
La foto fue distribuida por la cancillería alemana a través de Instagram y su autor es el fotógrafo Jesco Denzel. Apenas se publicó, se convirtió en viral en las redes sociales y, como era de esperar, generó varios memes en pocas horas. Muchísimos medios de todo el mundo la publicaron en sus tapas.
Sin embargo, otra foto del mismo momento fue difundida por un vocero de la Casa Blanca, tomada desde otro ángulo. En la imágen las cosas cambian: Trump en el centro de la escena rodeado de los demás líderes. La intención de los norteamericanos es contrastar lo difundido por Alemania.
El presidente francés, Emmanuel Macron, también difundió vía Twitter otra foto del mismo momento en donde se lo ve en hablando en el centro de la imagen:
No hay dudas que la comunicación política actual se dirime en las fotos oficiales que las oficinas de prensa harán circular por las redes sociales.
Lalo Zanoni 