¿Cuánto vale que un ídolo mundial bese el logo de una marca? Eso pasa en el fútbol. El crecimiento de las grandes empresas de tecnología es exponencial y muchas de sus marcas buscan al deporte más convocante del planeta. Las compañías tienen sus arcas llenas de dólares. Cuando hace tres años en España se anunció la alianza entre Microsoft y el Real Madrid, el presidente merengue Florentino Pérez dijo que el objetivo a largo plazo era “emprender el camino hacia una revolución digital en el club”. En el Santiago Bernabéu también estuvo el CEO de Microsoft Satya Nadella.
No es casual tampoco que un año después, en 2015, Intel, el gigante norteamericano de microprocesadores, haya firmado un acuerdo similar con el Barcelona F.C. Dispositivos para los jugadores, enriquecer la experiencia de los hinchas en el estadio y dotar de tecnología a los chicos de inferiores en La Masía, son algunos de los objetivos de la alianza. Además, en una acción publicitaria inédita, el famoso logo “Intel Inside” no se veía: fue estampado adentro de las camisetas del Barca (Inside: adentro). La alianza entre ambos continúa hasta hoy.
Para desembarcar en esta región, los chinos de Huawei se dieron cuenta que no hay forma más rápida y más directa que llegar al corazón de la gente en Sudamérica que desde las camisetas de su clubes de fútbol favoritos. Acá lo hicieron rápido: hace un año que están en las mangas de los jugadores de River y Boca. También lanzaron celulares especiales de ambos clubes (y sponsorean a Lio Messi, nada menos). En Perú Huawei estuvo en la camiseta del Sporting Cristal.

En tu cabeza hay un gol. Las alianzas de las empresas de tecnología con el fútbol nacieron casi a la par que el sponsorship en el deporte, hacia fines de los ´70. La japonesa de electrónica Sharp fue una de las pioneras y apostó al famoso Manchester United desde 1983 hasta el 2000, uno de los acuerdos más largos y fructíferos entre un club de fútbol y una empresa. El récord pertenece a la holandesa Philips que estuvo en el pecho del PSV Eindhoven(también holandés) durante 33 años, hadta la temporada 2015/16. El largo romance tiene un motivo: el club fue fundado en 1913 por empleados de la fábrica de electrónicos y PSV significa “Philips Sport Vereniging” (Asociación Deportiva de Philips).


Hitachi estuvo en el pecho del Liverpool de Inglaterra. Hay varios casos más de clubes europeos. La alemana SAP, de software de gestión empresarial, está en el Hoffenheim. Los japoneses de Sony estamparos su logo en la camiseta de Juventus durante tres años (1995–98) y la empresa de videojuegos Nintendo en la de la Fiorentina, cuando batigol Gabriel Batistuta rompía las redes (y los corazones de las chicas).




En 2009 la empresa coreana LG Electronics causó polémica entre muchos hinchas de Boca cuando estampó su logo en la camiseta xeneize. ¿El motivo del enojo? el logo de la marca rojo y blanco, los colores de River.

Pero otras marcas corrieron con más suerte. Super Nintendo (la consola de videojuegos) pagó para esponsorear la camiseta del Sevilla de España en 1992 y sin querer pasó a la historia: ese año el club contrató a un tal Diego Maradona.
