En casi todos los artículos sobre tecnología leemos sobre «la nube» (o cloud, en inglés). ¿Pero qué significa el término exactamente? A modo de introducción al tema, voy a intentar explicarlo de forma fácil:
Internet conectó primero a los sitios web entre sí, después a las empresas y finalmente, a las personas en las redes sociales y en las plataformas 2.0 como Facebook y Twitter. Esta nueva cultura digital produce una enorme cantidad de datos e información. Cada día, cientos de miles de gigabytes (GB) nuevos se generan sin pausa y su tamaño crece exponencialmente gracias a textos, fotos, audios y videos generados por computadoras, tablets y smartphones y cualquier otro dispositivo que se conecte (como PlayStation, smartTV, GPS, etc) pero también gracias a las transacciones comerciales entre empresas, gobiernos y diferentes organismos.
Toda esa información se almacenaba en discos rígidos y servidores diseminados por todas partes, desde un data center hasta nuestra computadora o cientos de miles de pendrives. Por ejemplo, en una empresa de Gas todos los empleados guardaba su información en sus computadoras pero también se la llevaba en discos externos o pendrives. Gonzalez, de contaduría, guarda todos los balances de la empresa en su computadora y también sube los archivos en un servidor de uso interno para que otras personas del área de contaduría puedan abrir esos archivos, editarlos, borrarlos, etc.
Pero cuanto más tiempo pasamos online (ya casi todo el día) más necesitamos que esa información está disponible en todo momento y lugar, no solo en la empresa de González, sino cuando los empleados se van a su casa o viajan a otro país. ¿Cómo hacer entonces para que esos archivos de contaduría estén accesibles desde afuera de la empresa? Para satisfacer con esa demanda nació la nube. Se trata conceptualmente de toda la información posible subida y almacenada en cientos de miles de servidores remotos para usarlos y compartirlos con nuestros contactos cuando y desde donde lo necesitamos.
Veamos ejemplos:
En 2005, Google irrumpió con su servicio Docs (hoy rebautizado Drive) que permite generar, editar, guardar y compartir online textos, planillas de cálculo, presentaciones tipo PowerPoint y otras herramientas de trabajo. ¿Qué son YouTube, Netflix e Instagram sino gigantescos almacenamientos de archivos de videos y fotos? Guardar online nuestra información se volvió tan común en los últimos años que la nube provocó el nacimiento de muchas empresas que ofrecen a sus usuarios un espacio virtual para sus archivos y bajo una entorno gráfico similar a la que de la computadora: carpetas, íconos, función de arrastrar, etc. Casi todos ya permiten manejar todos los archivos no solo desde una computadora sino también desde una app del celular. Algunos de los más conocidos de estos servicios son SkyDrive (de Microsoft), iCloud (de Apple), Drive (de Google), Dropbox, We Transfer, YouSendit, Mozy y 4shared, amazon, entre otros.
Casi todos estos servicios son gratuitos, pero los usuarios tienen la opción pagar (de u$5 a u$20 por mes, según la capacidad requerida) para beneficios como mayor espacio (de 50 a 100 GB) y más seguridad, que incluye un backup automático de todos los archivos subidos. Para las empresas, por supuesto, los costos son mucho mayores. Estas pagan no solo por almacenamiento sino por el tráfico que necesiten y por el ancho de banda que usen en la transferencia de la información.
La historia de DropBox es un gran caso de exitoso que explica bien la nube. El servicio fue fundado a fines de 2007 por Drew Houston y Arash Ferdowsi mientras cursaban sus estudios universitarios. Ya almacena 150 mil millones de archivos de más de 100 millones de usuarios que suben y bajan a un ritmo de 900 millones de documentos diarios. La empresa recibió inversión de los fondos Y Combinator y Sequoia Capital. El servicio ya funciona en varios idiomas, incluidos el español, alemán y japonés. Se puede usar desde una PC o Mac, pero también desde cualquier celular con Internet y tablet.
Cada día se almacena más información, pero los servidores virtuales para alojarla se vuelven, cada año, más baratos y ocupan menos espacio físico.
La evolución total de la nube es hacia las empresas, que están migrando sus servidores a otros remotos para modelos de sistemas más flexibles, personalizados y baratos. Al paradigma se lo conoce como SaaS (Software As A Service) y IaaS (Infraestructure As A Service). Solo en 2014 la industria de servicios de cloud facturó 150 mil millones de dólares, más del triple que en 2008. Y según un estudio de Trend Micro, casi el 60% de las empresas del mundo ya tenía en 2015 algún tipo de servicio corriendo en la nube. Algunas de las muchas empresas que compiten en este rubro son google, Microsoft, amazon, Telefónica, Cisco, Red Hat, IBM, Oracle, HP y SAP.
La nube es un concepto clave para entender el mundo actual y además es fundamental para la creación y el desarrollo de otras tecnologías como Big Data, Internet of Things (IoT) e Inteligencia Artificial (veremos estos nuevos conceptos más adelante). Nada de lo que hacemos hoy en la Web podría existir sin la nube (ni siquiera este artículo que estás leyendo, que está alojado en el servicio WordPress).
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