En los últimos dos o tres años, la tecnología cloud como ya vimos, ganó terreno en forma exponencial. En la multimillonaria industria de los videojuegos también. Se lo conoce como cloud gaming (o juegos en streaming) y presentan un modelo nuevo, tanto de manera de jugar para los usuarios como de distribución para las empresas. Es un modelo de negocios basado en Netflix o Spotify: una tarifa única y plana para jugar a cientos de juegos disponibles en forma online, sin necesidad de instalar nada, ni siquiera tener una consola tipo Play o Xbox. Los juegos se procesan en un servidor remoto y al usuario solo le llega la señal por banda ancha. Directo a su televisor o a la PC. Es fundamental una buena conexión a Internet. Ahora se llaman plataformas.
OnLive fue pionera en 2010 al alquilar los juegos de su catálogo por una suscripción de u$ 15 al mes. La empresa no tuvo mucho éxito a nivel masivo pero fue comprada por Sony para luego formar parte de la actual plataforma PlayStation Now (para Play 4 o PC) que tiene más de 800 títulos de juegos.
Y como era de esperar, con el crecimiento de la banda ancha hogareña (y el abaratamiento de su costo), llegaron otras plataformas. EA Access (de Electronics Arts, los propietarios del popular FIFA, por ejemplo). Y por supuesto también las grandes como Microsoft (Xbox Game Pass, con los juegos como Gears of War y Halo), Nintendo Online y Google (por ahora solo rumores) también apuestan fuerte al servicio cloud gaming para jugar online en la nube.
Desde hace algo más de un año Gloud (de Turner) está disponible en Argentina – antes que los grandes tecnológicos. Un caso muy interesante …
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