Hasta hace poco más de un mes, nadie le prestaba atención. Pero ahora, después del éxito de la película Joker, las empinadas escaleras que aparecen en la película de Todd Phillips, se convirtieron en un punto de atracción. Turistas, influencers, medios. Todos quieren una selfie y un video ahí donde Joaquín Phoenix baila sus ya famosos pasos vestido de Guasón. Esa gran escena en la que el Guasón baja fumando, chapoteando en los charcos de agua, tirando patadas al aire, extasiado. Ya no es Arthur Fleck. Baja los escalones rumbo a una Nueva York descontrolada, como si fuera a una fiesta de gala. Mientras suena Rock N’ Roll Part II, de Gary Glitter.
Las escaleras (de 92 escalones) están ubicadas en pleno barrio del Bronx, al norte de Manhattan, en Nueva York. La zona se llama Highbridge. Es un barrio con historia: en esas calles nació el break dance y el hip hop en los 80s, está el famoso Zoológico y el estadio de los Yankees. Las escaleras conectan las avenidas Shakespeare y Anderson en West 167th Street.
Es tanta la cantidad de gente que va a sacarse fotos que los vecinos ya se empezaron a quejar. ¿Hasta cuándo durará el furor?