-Presentate por favor
-Soy Facundo Milanessi, tengo 44 años recién cumplidos, casado con Cecilia, padre de tres varones. Soy licenciado en Comercio Internacional de la UNLaM y desde muy chico he trabajado en bancos/finanzas/consultoría.
En 2014 la multinacional en la que trabajaba quebró y al quedarme sin trabajo decidimos hacer definitivamente un cambio de vida, analizando la posibilidad de venirnos a vivir a la Patagonia. Con ayuda de parte de la familia que vivía acá conseguimos entrevistas de trabajo y… listo! Armamos las valijas y nos vinimos los 5, en una aventura que planteaba bastantes desafíos (incluso hasta hoy) y también un panorama ideal para nuestros hijos y nuestros planes a futuro.
Pasé de ser gerente general de una gran empresa a ser MAESTRO HELADERO (luego de recibirme estudié gastronomía en el IAG) y fue uno de los mejores trabajos que tuve en cuanto a creatividad y aplicación de conocimientos. Luego por cuestiones de la vida volví al sector financiero, pero como persona que se aburre fácil necesitaba nuevos desafios y fui de a poco creando EL BOCADO.
-¿Cómo surgió la idea de vender garrapiñadas?
-Un poco por hobby y otro poco motivado por las redes, ya que suelo ser bastante activo en Twitter y luego de haber posteado una receta de garrapiñadas que incluyó algún que otro envío a mis amigos de esa red, muchos empezaron a pedirme, así que me puse a investigar un poco y acá en el pueblo hay una cocina comunitaria que permite a los emprendedores crear sus productos bajo control bromatológico y con las habilitaciones correspondientes (ideal para un amante del orden como yo, je). Así fue que me inscribí y empecé a producir pequeñas cantidades de garrapiñadas de manera artesanal, sin saber que iban a ser un boom total, y mas allá de que llegaron a manos de muchas personas famosas, lo que más me sorprendió fue el boca a boca que aún hoy se genera en Twitter. Eso provocó que a principios del 2021 y a pesar de la pandemia (ya con Leo, compañero que luego se transformó en socio) decidamos alquilar dos locales para montar nuestra propia fábrica. Su conocimiento y formación en cultura de procesos y mi formación en consultoría nos permitió en poco tiempo alcanzar habilitaciones nacionales y ser proveedores de empresas importantes.
-Y las redes hicieron lo suyo
-No podríamos ser lo que somos sin ellas, principalmente Twitter (me eligieron «twittero del año» en un concurso de Ciudad Magazine, una locura hermosa!) ya que la pandemia, potenció muchísmo el apoyo a los emprendedores, y a su vez, genera un feedback inmediato que permite ajustes super rápidos.
Nos sentimos muy acompañados por nuestras comunidades, más aun estando acá en Villa la Angostura, un pequeño pueblito en la Patagonia. En el caso de Instagram, nos damos cuenta que es vital para la comunicación y comercialización con nuestros clientes mayoristas, ya que unimos fuerzas compartiendo publicaciones y potenciándonos en equipo. Actualmente contamos con mas de 40 puntos de venta en todo el país.
Dale algunos consejos sobre redes a alguien que recién arranca y tiene una marca de producto (comida, ropa, etc.)
-Mis recomendaciones para crecer en las redes son:
1) Honestidad y transparencia son fundamentales, tanto en preventa, venta y postventa. Los clientes y seguidores valoran eso.
2) Interactuar es fundamental con los seguidores, cada nuevo seguidor es un prospecto de comprador o alguien que puede hacer crecer tu marca.
3) Tu historia es lo importante, la historia de tu proyecto es lo que te va a hacer vender, no vender a la vieja usanza.
4) En el inicio, WhatsApp web permite una buena relación y muy buen porcentaje de cierre de ventas, hay que responder rápido y cumplir.
La comunidad suele darte una mano, a partir de eso hay que mantener la constancia y crecer paso a paso.